martes, 24 de junio de 2014

CAPITULO 68





 
“ Voy a estar lista pronto ”, Paula gritó sobre su hombro, su culo casi desnudo desapareciendo en una habitación al final del pasillo.


Julia silbó con fuerza, pasando por el umbral y luego se detuvo; para después echarse a reír cuando me vio.  
 
“Wow, no esperaba que contestaras la puerta en ropa interior, Paula Sara entró con sus manos sobre sus ojos, extendiendo la mano a ciegas. Ella agarró un puñado de mi media desabrochada camisa y gritó cuando se descubrió los ojos y vio que era yo al que estaba sosteniendo.


“ Señor Alfonso ”.


“Hola, damas”, dije con voz firme. Me enderecé mi camisa, tiré de la corbata en su lugar.


“¡Madre mía!, ¿interrumpimos algo?” Preguntó Julia, abriendo mucho los ojos, burlándose.  


“Sí, de hecho. Nos estábamos. . . volviendo a reconciliar”.

 
Paula llamó desde una de las habitaciones en el pasillo para que nos sirviéramos nosotros mismos  el champán de la nevera, y traté de ignorar la forma en que los ojos de Julia bajaron a mi cremallera. Me quedé quieto, dejando que tomara un buen vistazo. Mi erección se había ido de todos modos.


Parcialmente. 


 
“No sabía que iba a ser noche de chicas”, dije, cuando el silencio se sentía como si hubiera durado para siempre.

 
Sara dio un paso atrás, sus ojos parecían que luchaban por mantenerse encima de mis hombros, y explicó: “Yo creo que ninguna de nosotras esperaba que estuvieras aquí y que quisieras festejar”


Yo definitivamente quería festejar en cada parte de Paula.
 
Julia me estudió por un momento y luego sonrió. “Voy a admitir que estaba bastante segura de que Pedro estaría aquí”  
Yo no podía dejar de reflejar su sonrisa. Ella fue, después de todo, la que me llamó para instarme a ir a la presentación de Paula. Era evidente que estaba de mi lado.
Incluso si ella había interrumpido mi intento de follar a Paula por primera vez en mucho tiempo.


Me volví, entrando en la cocina para lavarme las manos. Julia me siguió, y la oí abrir la botella de champán. El chirrido, el pop y la efervescencia tranquila me recordaron lo mucho que preferiría estar abriendo la botella sobre el cuerpo desnudo de Paula, y lamer las burbujas espumosas de su piel.
Julia continuó. “Pero creo que todos debemos salir a celebrar, y  luego tú podrás tener tanto de ella como quieras”  Sirvió cuatro copas de champán y luego me dio una a mí. 
 
 
“Sólo tienes que esperar hasta más tarde para  familiarizarse de nuevo”  
Paula salió de su habitación en jeans negros ajustados, tacones negros de tiras, y una camiseta azul brillante que hacía que su piel se viera dorada.
De ninguna manera iba a ser capaz de mantener mis manos lejos de ella si llevaba eso puesto.


Paula, empecé, caminando hacia ella y puse mi champán en la encimera de la cocina con una mano temblorosa. 


Fruncí el ceño cuando vi su cabello,recogido en una cola de caballo baja y elegante.  
Sus ojos brillaban con diversión, ella se estiró para hablarme al oído y para que sólo yo la pudiera oír. “Puedes deshacerla hasta más tarde”  
“Puedes contar con eso”  
 
“ Quieres cogerla? ¿Tirar de ella?”  Preguntó, besando el lóbulo de mi oreja. Asentí con la cabeza, cerrando los ojos  “O es que quieres sentir mi pelo suelto y libre en tu estómago mientras mi boca trabaja en tu polla?”  
 
Cogí mi champán con una mano temblorosa, y la bebí toda “Vamos a decir que sí”  
La necesidad se enrollaba bajo mi estómago y me debatía entre el deseo de romper algo o las ganas de arrastrarla de nuevo a su habitación y desprender esos pantalones vaqueros de sus piernas. Absolutamente ninguna parte de mí se sentía como para pasar una noche bebiendo vino y comiendo queso , y escuchar una charla de chicas. No estaba seguro de que sería capaz de no perder la cabeza.
 
Como si leyera mi mente, susurró: “Simplemente va a hacer mejor cuando lleguemos a casa”  
“Dudo que sea posible”  
Sus dedos arañaron ligeramente mi pecho  “He echado de menos esa cara hosca”  
Haciendo caso omiso de ella, le pregunté: “¿Qué tal si vienes a mi casa más tarde? Ve a disfrutar de esta noche con las chicas. Voy a estar allí cuando estés lista”  
Se estiró y deslizó un beso lento y cálido a través de mi boca  “ Qué pasó con no dejarme fuera de tu vista hasta la Navidad ”

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